
A medida que las imágenes desfilan ante nuestros ojos, cada una cuenta la historia de una velada que permanecerá en nuestra memoria como una sinfonía de sabores y momentos compartidos. El pasado jueves 15 de junio, el prestigioso chef Oscar García, alma y genio detrás de las creaciones del renombrado restaurante Baularte en Soria, se adueñó de nuestras mesas y paladares en el nuevo Coto, transformando una simple noche en una experiencia culinaria sin precedentes.
Con la promesa de una aventura gastronómica, respaldada por una estrella Michelin y dos soles Repsol, nuestras expectativas eran altas, pero lo que vivimos las superó todas. Cada plato fue una obra de arte, una combinación magistral de sabores que danzaban al compás de una cocina innovadora y audaz, típica de la maestría de García.
El menú degustación, una promesa de excelencia, cumplió con creces, ofreciendo un espectáculo de texturas y gustos que nos llevó por un viaje inolvidable a través del talento del chef. Desde el primer bocado hasta el último, cada plato fue un descubrimiento, una nueva razón para enamorarse de la cocina que define a Baularte.
No podemos más que agradecer a todos los asistentes que, con su alegría y compañía, elevaron la experiencia. Las risas compartidas, los brindis y el murmullo constante de conversaciones entusiasmadas se mezclaron con el clinking de los cubiertos y las copas, creando una melodía que solo se puede encontrar cuando la comida y la buena compañía se unen.
El precio del menú degustación fue un pequeño tributo a pagar por un asiento en este viaje culinario, y muchos descubrieron que los mejores vinos son aquellos que se disfrutan rodeados de amigos y platos excepcionales.
Aquí dejamos las fotos de esa noche espectacular, no solo para recordar los increíbles platos que degustamos, sino también para revivir los momentos de felicidad compartida. Son instantáneas de alegría, de una velada que nos recordó el poder de la comida para unirnos y crear recuerdos que duran toda la vida.
Esperamos que al mirar estas fotos, aquellos que estuvieron presentes puedan sonreír y recordar, y aquellos que no, puedan sentir un poco de la magia que vivimos. Fue una noche maravillosa, y estamos agradecidos por haberla compartido con cada uno de ustedes.
¡Hasta la próxima aventura gastronómica!














































